27.7.10
22.7.10
¿ Donde, en la ciudad
de las cúpulas octagonales,
pierde el contexto tu risa
y sale de cuadro
el tiempo nuevamente,
y nuevamente invocáandolo
me alejo... ?
Y me acuerdo
de las veces
en que la compasión nos mordió,
y caminamos por las calles
como mendigos;
rojos mendigos despeinados
tumbados al sol de las banquetas.
llena;
la luna desde ayer,
es un vigía que resplandece
en un extremo,
en el otro se han apelmazado
las nubes más negras,
se agazapan y asechan
al desafortunado;
el cielo
partido en dos
llora unos cuantos astros
al oeste,
ya ha palpitado el brumoso ocaso
y ensangrentado al viento,
ya han sonado las campanas
y los autos vuelven
por sus senderos de asfalto
sus senderos de siempre.
16.7.10
De tu risa
las estrellas
volverán
al polvoso césped
al refugio seco
de mi viejo amor.
De mis manos
esas hiedras
robarán
la febril aurora
de tu ojo en vela
de tu anhelo en flor.
En la misma medida del camino,
bajo una tempestad breve, diestra,
el aire tienta el alumbrado público
y yo espero escapar,
nuevamente escapar
de las garras de la luna.
estas después de mí,
acurrucado en mi silencio
vigilando
cada paso nuevo de día
cada silbido nocturno.
He aquí que el aire;
repleto del humo que exhalas
guardado de azufre,
de colores, de mariposas, de alas;
se rompe.
He aquí que el náufrago;
el sueño rubio del desierto,
el ocaso sangriento
de púrpura látigo
se abre.
las estrellas
volverán
al polvoso césped
al refugio seco
de mi viejo amor.
De mis manos
esas hiedras
robarán
la febril aurora
de tu ojo en vela
de tu anhelo en flor.
En la misma medida del camino,
bajo una tempestad breve, diestra,
el aire tienta el alumbrado público
y yo espero escapar,
nuevamente escapar
de las garras de la luna.
estas después de mí,
acurrucado en mi silencio
vigilando
cada paso nuevo de día
cada silbido nocturno.
He aquí que el aire;
repleto del humo que exhalas
guardado de azufre,
de colores, de mariposas, de alas;
se rompe.
He aquí que el náufrago;
el sueño rubio del desierto,
el ocaso sangriento
de púrpura látigo
se abre.